En otro artículo ya hablamos del kéfir de forma general, mencionando los diferentes tipos que existen y sus utilidades. Hoy nos vamos a centrar específicamenete en el kéfir de agua, en todas sus propiedades y cómo elaborarlo en casa. Así que prepárate para aprender a hacerlo tú mismo, verás que es muy sencillo. ¿Seguimos?
Hay que decir que el kéfir tiene unas propiedades algo “extrañas”. El conjunto de bacterias y hongos que lo forman no se vende en las tiendas, sino que si quieres disfrutar de su verdadero sabor lo recomendable es que lo produzcas tú mismo, tanto de leche como de agua. Por tanto, lo primero que necesitas es hacerte con unos nódulos para comenzar el procedimiento. Seguramente algún amigo o persona cercana tenga kéfir en casa. Si no, puedes acudir a una tienda de dietética natural o un herbolario, donde la gente suele hacer este tipo de probiótico.
¿Por qué nos gusta más el kéfir de agua que el de leche?
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Realmente, hay tres tipos de kéfir: de agua, leche y de kombucha (o té). El de agua y leche son similares, pero difieren bastante del de Kombucha.
De hecho, la única diferencia entre los dos primeros es que uno se prepara en agua y otro en leche. Los microorganismos del nódulo son los mismos.
Es cierto que el kéfir de leche goza de mayor fama, tal vez porque en este alimento se logra un sabor más agradable, similar al del yogur. por su parte, el de agua lo preferimos en Aceite de Argán Web porque presenta mejores propiedades medicinales. Su mantenimiento también es más sencillo. Además, el kéfir de agua tiene menos contraindicaciones o efectos secundarios como intolerancia. Su elaboración es más sencilla, ya que lo único que se necesita como medio es agua mineral natural.
Veamos a continuación todas sus propiedades.
Kéfir de agua: propiedades e indicaciones del probiótico
¿Cuándo es recomendable el uso de este maravilloso alimento?
- Para favorecer la digestión, o en casos de molestias estomacales leves. Convendría consultar primero al médico.
- Para el estreñimiento.
- Para favorecer el metabolismo digestivo. Algunos estudios científicos afirman que el kéfir de agua podría ser efectivo para remediar la diarrea en niños, así como otros problemas gastrointestinales, tales como la gastroenteritis. Todo esto es posible a que los microorganismos presentes son probióticos, es decir, con beneficios para la salud.
- Para adelgazar. Algunas personas han afirmado que, junto con una dieta sana y equilibrada, el kéfir de agua les ayudó a adelgazar.
- Los hongos del alimento han mostrado un efecto antibiótico.
- ¿Anticancerígeno? No. Cualquier problema tan grave relacionado, acude rápidamente a tu médico.
¿Dónde obtengo nódulos para el kéfir de agua?
Como antes hemos mencionado, lo habitual es que alguien te regale una parte de su kéfir para que tú puedas seguir cultivándolo y elaborando el alimento. Realmente es una tradición bonita de seguir..
Si no lo encuentras en ningún lugar, te recomiendo que acudas a un establecimiento de terapias alternativas y remedios naturales, seguramente te encuentres con alguien que desee compartirlo. No es necesario pagar por él en los herbolarios. Hay gente generosa que te dará una parte, ya que los gránulos crecen rápidamente.
Cómo hacer kéfir de agua en sencillos pasos
Antes que nada, tienes que tener en cuenta algunas consideraciones. Por ejemplo, en cuanto al envase para almacenarlo, conviene que emplees uno de vidrio. no puedes emplear el metal, ya que afectaría a los gránulos del kéfir y puede reducir su crecimiento.
Además, el recipiente debe tener una boca ancha. También necesitas:
- Una cuchara de plástico o madera
- Un colador o escurridor.
- Un litro de agua (recuerda que no puede ser del grifo, sino mineral, mejor Bezoya).
- Azúcar de caña: 5 cucharadas de postre o 3 soperas.
- Medio limón y un higo seco.
- Kéfir de agua: los nódulos. No añadas más de 3 cucharadas soperas, ya que irá creciendo por sí solo.
A continuación, veamos cómo hacerlo en unos pasos muy sencillos:
- Primero añade el litro de agua a la botella de vidrio.
- Añade todos los ingredientes mencionados anteriormente.
- Agítalos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Una vez lo hayas mezclado todo, acuérdate de no cerrar la botella del todo, ya que si no, no se produciría la fermentación.
- Cuando lo hayas preparado, déjalo reposar un día entero. Después remuévelo bien y déjalo otras 24 – 48 horas. Si lo dejas más días, la bebida será más gaseosa, eso depende de tu gusto. Y todo a temperatura ambiente.
- Una vez transcurrido el tiempo, pasa la mezcla por el escurridor. El líquido que caiga es para consumir y el kéfir de agua para seguir cultivándolo.
- La bebida puedes almacenarla en la nevera. No la dejes demasiados días, ya que la duración de sus propiedades es limitada.
Si quieres reutilizar los nódulos que quedan en el escurridor, primero lávalos con agua mineral embotellada y repite el procedimiento anterior. Si no lo vas a usar inmediatamente, puedes conservarlo bien en agua con una elevada concentración de azúcar, o directamente en el congelador. No obstante, de la segunda manera perderá algunas de sus propiedades por una temperatura excesivamente baja, ya que los microorganismos que forman el kéfir no son criófilos.
Cuando tengas mucha biomasa de kéfir de agua, puedes regalarla a alguien para continuar la tradición. Esperamos que te animes a ello.
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